Su nombre era María, que significa "preferida por Dios". Su sobrenombre era Magdalena, o sea nacida en Magdala, una ciudad a la orilla del Mar de Galilea, o lago de Tiberiades Ella fue una de las que acompañaron a Jesús camino al Calvario y, luego, permaneció junto a la Cruz. Ella, con otras mujeres, preparó perfumes y ungüentos para ir al sepulcro después del sábado, descubriendo que alguien había quitado la piedra del sepulcro del Señor. Fue la primera persona que habló con Jesús Resucitado, ya que Este se le aparece cuando está llorando porque cree que habían robado el cuerpo de Su Señor.
Es una imagen sencilla, incluso llena de cierta ingenuidad y que acertadamente compone esa breve fila de testigos de la Pasión del Señor. Fue realizada en el año 1.944 por el escultor granadino D. Fernando Correa Antúnez. Viste saya blanca bordada con motivos florales y manto oscuro de color azul. Cubre su cabeza con mantilla blanca como símbolo de arrepentimiento y de perdón de sus pecados. Larga cabellera escultórica, aquella misma con que enjugó las lágrimas que lavaron los pies de Jesús, cae sobre su espalda. En su rostro el entrecejo fruncido, la boca entreabierta componiendo un gesto de sufriente congoja que expresa el arrepentimiento. Su mirada, llena de triste ternura se dirige a un crucifijo que acogedoramente porta entre sus manos como símbolo de la pasión. No puede haber mejor representación para expresar la conversión del dolor de los pecados. Santa María Magdalena nos invita a cambiar nuestras vidas ante la vista del sufrimiento de Cristo.
Es una imagen sencilla, incluso llena de cierta ingenuidad y que acertadamente compone esa breve fila de testigos de la Pasión del Señor. Fue realizada en el año 1.944 por el escultor granadino D. Fernando Correa Antúnez. Viste saya blanca bordada con motivos florales y manto oscuro de color azul. Cubre su cabeza con mantilla blanca como símbolo de arrepentimiento y de perdón de sus pecados. Larga cabellera escultórica, aquella misma con que enjugó las lágrimas que lavaron los pies de Jesús, cae sobre su espalda. En su rostro el entrecejo fruncido, la boca entreabierta componiendo un gesto de sufriente congoja que expresa el arrepentimiento. Su mirada, llena de triste ternura se dirige a un crucifijo que acogedoramente porta entre sus manos como símbolo de la pasión. No puede haber mejor representación para expresar la conversión del dolor de los pecados. Santa María Magdalena nos invita a cambiar nuestras vidas ante la vista del sufrimiento de Cristo.
La imagen de la Magdalena se venera en la capilla que lleva su nombre en la Parroquia de Santa María. Salió por última vez en procesión con el Paso Blanco el Viernes Santo de 1.982.
"Tus pecados te son perdonados. Tu fe te ha salvado. Vete en paz."